EL INADAPTADO

Morrissey volvió a la Argentina luego de una visita frustrada y reafirmó que su militancia y elegancia conectan perfectamente con el público argentino.

Mucha gente se acercó al Luna Park el pasado jueves 10. El estadio lucía lleno a las 21, horario pautado del show. Durante la media hora de "demora", se contemplaron distintos artistas, desde Ike y Tine Turner hasta los New York Dolls, pasando por los Ramones y Anne Sexton. 


  

Luego apareció él. Presentación de rigor, saludo y enseguida sonó "Suedehead". Steven Patrick Morrissey volvió y encaró los shows con un temazo de arranque, como para que no tuvieramos dudas de quien lideraba ese concierto. El cantante británico apareció con una camisa blanca y holgada, aunque su estirpe claramente no depend de la prenda que lo vistiera circunstancialmente. "Alma Matters", "This Charming Man", "First of the Gang to Die" y "You Have Killed Me" cayeron como una ráfaga de hits que no le dieron respiro a nadie. En la última de ellas, Pier Paolo Pasolini, estrella invitada de la canción, decoró las pantallas. La banda sonó aceitada y Moz estaba a full.


"World Peace Is None of Your Business" y "Speedway" sirvieron para bajar un poco la euforia (no todos las conocían) y antecedieron a las festejadísimas "How Soon Is Now?", el clasicazo de The Smiths y "I'm Throwing My Arms Around Paris". El show se acercaba a la mitad y el inglés tuvo tiempo para sorprender por segunda vez a la audiencia local entonando el estribillo de "Morrissey" de Leo García, quien confesó tener cierto vínculo con el oriundo de Manchester. 


Antes de "Mama Lay Softly on the Riverbed" Morrissey osó comentar que teníamos un nuevo presidente. Cuando preguntó a la audiencia si les gustaba, recibió un "no" estruendoso. Había elegido un mal día para hacer esa pregunta. Cantó la canción y luego volvió a la carga con un monólogo 100 % suyo: "Me quedé pensando en que no les gusta el presidente. Pero está bien que no les guste. No les puede gustar. Tiene que cambiar el régimen, todos tienen que cambiar, presidentes, primeros ministros, todos cortados con la misma tijera......MIERDA, MIERDA....." Y luego de la merecida y obvia ovación, llegó el esperadísimo "Everyday is like sunday"

Morrissey cantando
"Everyday is like sunday"

"The Bullfighter Dies” obligó a mirar nuevamente las imágenes de fondo, que mostraban corridas de toros y la violencia que de ellas emerge. Moz nunca declina a la hora de reafirmar sus posturas. Cada uno de sus shows las evidencia, tanto en la música como en lo visual. Después de volver a Smiths con “What She Said”, fue el turno de "Meat is murder", que retomó la senda militante. Los videos de animales siendo cruelmente asesinados se fusionaron con la intensidad de la voz y dieron como resultado una verdadera y elocuente afirmación. El mensaje final fue en español: “La carne es asesinato, ¿cuál es tu excusa ahora?”, sin dar lugar a interpretaciones erróneas.


"Let Me Kiss You" y "I Will See You in Far-Off Places" marcaron el final. Pero había un bis que todos los presentes conocían y ansiaban: "The Queen is dead", tema del disco homónimo, que ofició de cierre con la reina haciendo "fuck you". Su ex banda fue un gran complemento a su enorme y nutrida carrera solista. No cualquiera es capaz de conjugar pasado y presente, manteniendo ideas coherentes. 



Todos los enemigos del artista lo acompañaron en forma de canción: la realeza, el maltrato animal y los gobiernos. El público aplaudió a rabiar y casi no pidió más, aunque no era tarde y varios clásicos habían quedado afuera. El cantante, ya cambiado (había arrojado su camisa a los afortunados que estaban cerca del escenario) se despidió sobriamente. No hay certeza de un regreso, pero quedó flotando en el aire esa rebeldía tan encantadora como firme. Nadie se va indiferente tras haber conocido a Steven Patrick Morrissey





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