EL ARCHIDUQUE ESTA MAS VIVO QUE NUNCA (Y BAILA)

Franz Ferdinand hizo mover al Luna Park en un excelente show.


2006. Epoca fructífera y de plata dulce post-devaluación. Los Rolling Stones arrasaban y al poco tiempo U2 hacia lo propio, vaciando los bolsillos argentinos y colmando altamente las expectativas generadas. En ese contexto vino por primera vez a la Argentina Franz Ferdinand. Como teloneros de U2, donde tuvieron una destacada actuación que les permitió ganarse al público y luego con un Luna Park propio demostraron estar a la altura de las circunstancias.

El tiempo pasó y recien ayer viernes 12 de marzo de 2010, luego de la edición de otro disco más de la banda (Tonight, de 2009) tuvimos ocasión de ver que ha sido de sus vidas.

El resultado no pudo ser mejor: A la gran banda dotada de estilo, glamour, riffs asfixiantes, guitarras bailables y un ritmo infernal, se le sumó más material, más experiencia y mayor comprensión de la propuesta (traducido en más público)


A pesar de que según sus propias palabras la puesta en escena sería "austera", para permitir que los precios de la gira fueran más accesibles, nunca se sintió como un show de segunda selección. Los efectos lumínicos y el arte de las pantallas colaboró como buena musa inspiradora para las intenciones de Alex Kapranos y compañia.

Esas buenas intenciones quedaron claras desde el principio: el cantante de la banda demostró que sin tener un ADN que lo asemeje a algun gran showman histórico, con su estilo relajado y elegante también se puede domar a las masas: el guitarrista Nick Mc Carthy estuvo hecho un demonio y al lucir un traje, no habrán sido pocos los que vieron en él una similitud con el gran Angus Young, sobre todo a nivel escénico y energético. Paul Thompson, baterista y líder intelectual (diseñador de gran parte de la estética) fué el sostén de ese rompecabezas dinámico que es la banda, mientras que Bob Hardy, fiel al clásico perfil de los bajistas, tuvo un protagonismo menor pero fundamental en muchos de los temas.


En una banda llena de clásicos no faltó ninguno: "Take Me Out", "The Dark of the Matineé", "Walk Away", "Do You Want To" y la lista sigue. El único reproche posible sería la ausencia de "Darts of Pleasure", un gran tema que fué el primer single de la banda y los fans fundamentalistas de entre los miles de asistentes, habrán extrañado. El cierre fué con una genial versión de "Lucid Dreams". Y si hablamos de genialidades, ni que hablar del solo de batería con los cuatro integrantes tocando a la vez.


En una época donde los gigantes se turnan para hacer estallar estadios, Franz Ferdinand demostró que las ideas, combinadas con ritmos pegadizos, buenas letras y mucho estilo pueden convertir a un templo del boxeo en una gran pista de baile a la que nadie puede resistirse a entrar.

Comentarios

crua chan ha dicho que…
eey! yo estuve ahi! viaje 1000 km para verlos... el viaje se pagó solo con haber vivido esto: http://www.youtube.com/watch?v=jBLZQW9MsKk

pd: nick (el "mini" harrisonyoung) me encandilo toda la noche... genial!